225 de Diciembre, ¿Año 1?
En la mansión Livingstone todo estaba algo agítado, pues April von Richthofen, la querida amiga de la familia había fallecido semanas atrás. Allí se encontraban los más pequeños de la familia, con su padre, Leo. David estaba pasando por una étapa un tanto emo, pues era el más afectado por la reciente muerte de April. En cambio, los demás estaban muy emocionados ante la inminente llegada de los trillizos Livingstone Carpani.
Como todas las tardes, Emma se encontraba en El Caldero Chorreante, repasando sus últimos artículos para El Quisquilloso. Emma se encontraba bastante bien, incluso a pesar de estar gorda en estado de nada más y nada menos que de 3 niños. Ella ya estaba enterada del sexo de los bebés, así que en la mansión Livingstone estaba todo más que preparado para la llegada de los pequeños.
Mientras se concentraba en el trabajo que tenía sobre la mesa del Caldero, Emma rompió aguas, haciendo así que todo el mundo centrara su atención en ella. Fue ella sola quien logró pasito a pasito llegar a San Mungo, claro que en el camino apareció Hache, un cercano amigo de la familia. Una vez puso un pie en San Mungo, fue el sanador Patrick Lovegood, también amigo de la familia, quien dispuso todo para la llegada de los niños, sin olvidar la gran ayuda de Dionisio Evans, el aprendiz.
Fue un parto lento y muy doloroso, algo que, sin duda, Emma jamás podrá olvidar.
La primera en salir fue la pequeña Julia Livingstone Carpani, una niña hermosa. Fue cuando se le empezaba a ver la cabecita al pequeño Enzo, cuando llegó el padre, Leo Carpani, ¡El muy despistado estaba cocinando unos raviolis en la mansión! Y por último, llegó Oliver, el más pequeño de los trillizos.
Julia iba creciendo poco a poco, como toda niña pequeña, siempre estaba rodeada de gente, sobre todo de sus hermanos, que no son pocos, todo sea dicho.
La mayor parte del tiempo se la pasaba en El Caldero Chorreante, con sus padres, con sus tíos y demás familiares. Es una niña muy curiosa, pues todo lo quiere saber, así que es por esto que poco a poco va conociendo a más gente.
¡Le encanta jugar con su hermano Oliver! Y claro, siempre está jugando con los juguetes que le compran sus padres, quienes consienten a todos sus hijos, lo cual siempre mantiene entretenida a la pequeña Julia.
Una tarde de verano su mamá llegó al caldero con una gran sonrisa en el rostro. Emma se acercó a Julia y como de costumbre, le dio un besito en la frente a la pequeña.
La niña estaba muy contenta, pues estaba jugando con el tío Hache, al cual ella le tiene muchísimo aprecio. Fue entonces cuando mamá la observó y decidió sacar algo de su bolso de cuero de tebo.
<i>- Mira Julia, esto es para ti. Lo sé, te lo doy con un poco de retraso, pero estoy segura de que te encantará.
La niña tocaba la Barredora Baby con los ojos muy abiertos, y como no, con una gran sonrisa en su delicado rostro. Le dio las gracias a su madre, como ésta le había enseñado tiempo atrás. Emma le mostró cómo utilizar la Barredora Baby, y una vez Julia ya se había informado lo suficiente de cómo utilizar su nuevo juguete, decidió montar en la barredora. Voló por todo el Caldero con muchísimo entusiasmo, y como es normal, la pequeña Julia perdió el equilibrio y salió disparada sobre la cabeza de Hache.
Con el tiempo aprendió a controlar la barredora, haciendo de ésta su entretenimiento diario, pues aparte de ser un juego para la pequeña, Julia quería ser igual de buena en el Quidditch que su madre.
Unos meses antes de que Julia cumpliera sus dos primeros añitos, la pequeña se divertía con su Barredora Baby, jugando con sus nuevos amigos en el Caldero Chorreante. La pequeña Sophie y su hermanito hicieron de aquella aburrida tarde, una tarde en la que se divirtieron volando y comiendo ranitas de chocolate, ¡Pero eso no es todo! La tarde no podría haber terminado mejor, pues en el último momento, cuando todos se estaban dirigiendo hacia el tren que les llevaría hasta Hogwarts, su queridísimo futuro padrino, Jack Zimmerman, decidió que sería un buen momento para llevar a la pequeña Julia a conocer Hogwarts. Los dos se montaron sobre el diricawl de Jack y se pusieron rumbo hacia Hogwarts. No se puede decir que estuvieron mucho tiempo, pues la gente no estaba muy contenta con la presencia de Jack, pero incluso a pesar de eso, la pequeña Julia disfruto muchísimo su corta estancia en Hogwarts.. sin duda, ¡Julia nunca olvidaría aquello!
Se empezaba a acercar la navidad, y con la navidad llegaban los regalos, el ajetreo en las tiendas, etc.. Leo y Emma tenían muchísimo trabajo por hacer, pues las tiendas estaban a rebosar de clientes, es por ésto que los padres de Julia decidieron que lo mejor era dejar a Julia con el tío Patrick, y así fue.
Patrick, como de costumbre, tenía que atender a ciertos pacientes en San Mungo, pero claro.. ¡Se tenía que llevar a Julia! Ese fue un detalle que a la pequeña Julia no le incomodó, pues ésta estaba dando saltitos de alegría con la idea de conocer San Mungo.
Julia entró en San Mungo y lo observó todo, como de costumbre. La pequeña lo quería tocar todo, claro, ella era muy curiosa.. pero no, esta vez no todo se reducía a eso, pues la curiosidad de la pequeña Julia iba más allá. Patrick atendió a
la irritante Diana, mientras que Julia estaba la mar de entretenida jugando con unas jeringuillas que había encontrado en un armario.. y no, no la devolvió, ¡La muy pillina se la llevó a casa!
- Julia, no toques eso.
- ¿Qué pretendes, Patrick? ¡Es una niña!
- Mira, parece que le llama la atención estar aquí.
- Pues yo preferiría estar en El Caldero Chorreante.
- Diana... Días despúes de aquella pequeña excursión a San Mungo, Julia le pidió a Leo, su pare, que fueran a hacerle una visita al tío Patrick.
Fueron, y lo cierto es que fue una visita bastante productiva, pues aparte de encontrarse al señorito Patrick, éstos se encontraron también a la encantadora (o no tan encantadora) Elladora Fudge.
Despúes de una charla bastante interesante, Elladora descubrió que la pequeña Julia había robado una jeringuilla del armario del hospital, así que como buena futura madrina, ésta decidió que lo más conveniente sería redondear la puntita de la aguja.
Para terminar aquél día tan interesante, Elladora decidió darle una pequeña
aburrida charla feminista a la pequeña.
- Tienes que ser una mujer fuerte, Julia. Los hombres son como el ganado, debes mantenerlos bien cerca y bien atados para tenerlos vigilados.
- No me la marimaches...
- Cuando seas mayor, los hombres sólo querrán tomar tu flor para tener hijos, pero si usas bien sus pétalos, sabrás mantener a la abeja cerca del polen
para beneficiarte.
- Elladora, por favor...
- Las mujeres tenemos un par de flores.. al igual que los hombres tienen dos albondigas por fuera, nosotras lo tenemos aquí dentro,
porque las señoritas escondemos nuestros pensamientos en las florecitas, cuando sabemos esconderlos.
5 Años despúes...Han pasado 5 años desde que sacaron a la pequeña Julia de Inglaterra. Hoy por hoy, esa niña pequeña e inocente, es ahora una pequeña mujercita.
Julia ha pasado estos últimos años con sus tíos paternos, en Italia. La mandaron allí con el objetivo de mantenerla alejada de todos los problemas que habían en la sociedad por aquel entonces.
Tiempo despúes, ella, la pequeña, con tan solo 6 años, tomó la decisión de continuar allí, pues a Julia le interesaba mucho la historia familiar, pero todavía más toda la historia relacionada con su adorado padre, el cual falleció tiempo no mucho tiempo despúes de que Julia fuera enviada a Italia.
Han sido unos años bastante interesantes, pues en este tiempo que ha transcurrido, Julia ha tenido la posibilidad de ayudar a la gente en una clínica muggle, propiedad de su tía paterna. Entre otras cosas, ha aprendido pequeños métodos de curación muggles, y otros métodos mucho más naturales a base de plantas y hierbas especificas. ésto hahecho que Julia se convierta en una persona más noble, pues ha vivido experiencias que nunca hubiese vivido de haber estado en Inglaterra con su madre y sus hermanos.
Julia ha desatado un vínculo muy fuerte con su prima adoptiva, Valentina, la cual tiene 17 años y es un tanto rebelde, por no decir mucho. Ha sido una influencia tanto positiva como negativa en la vida de Julia. Se podría decir que es a causa de ella, que la pequeña Julia, a día de hoy, está en una adolescencia un tanto ''precoz''.
El 20 de Julio, Julia hizo sus maletas y se despidió de sus tíos y de su querida prima Valentina, para emprender un viaje de dos meses a Oslo y Estocolmo. Fue un viaje bastante productivo en el que la pequeña pudo recuperar el tiempo perdido con su madre y su hermano Enzo.
Una vez el viaje finalizó, la niña regresó al fin a su lugar de nacimiento, su querida Inglaterra.
El tiempo pasa muy rápido, Julia está apunto de cumplir sus 9 años, y como es normal, con ello llega la curiosidad, las preguntas incomodas, y claro, esa desastrosa e inevitable ''época'' llamada adolescencia.
Poco a poco se va notando como crece, como se desarrolla y como su forma de ver las cosas cambia a medida que pasa el tiempo. Con todos estos cambios, llegan las peguntas que todos los adultos evitan responder, pero que algún día, sin duda alguna, deberán aclararle a la pequeña.
Julia estaba con su hermana Rose en Hogsmeade, intentando evitar a su tío Leone, el cual a partir de ese día iba a ser considerado el loco de la familia, cuando apareció mamá. Rose nos puso al tanto de todas las novedades y de ciertas anécdotas sobre Hogwarts... cuando inesperadamente salió el tema de su novio, o en este caso, ex novio.
Julia ya estaba dando saltitos de emoción ante la intriga, haciendo muecas extrañas, y al final, incluso desilusionada, ¡La pequeña se esperaba un trío amoroso en la historia!
- Los chicos te complican la vida *Rose*
- Claaaro, por eso yo nunca tendré novio ni nada de eso. Además... eso de darse besos con lengua, ¡Que asco!
- El caso es que Allan y yo nunca hemos sido gran cosa como novios, mamá. Más bien eramos amigos. *Rose*
- La gente no me decía eso, Rose *Mamá*
- La gente habla mucho. Inventaron que me había quedado embarazada a los 15 años.Julia se iba interesando en la conversación a medida que ésta iba avanzando... y cabe decir que cuando ésta llego al tema del embarazo, Julia ya no podía dejar de hacer preguntas.
- ¿Cómo se hacen los bebés?
- Eh... creo que es hora de volver a Hogwarts *Rose*
- Eres demasiado pequeña para saber eso... *Mamá*
Al final Julia no obtuvo las respuestas que estaba buscando, pero retuvo con muchísima curiosiad cada palabra que había salido de sus bocas. <del>Como el hecho de que mamá era toda una coneja.